emol, terremoto 1985 |
Luego del reciente terremoto, en el que me lleva a rememorar tantos recuerdos, me doy cuenta que me siento como Roberto Solo. Independiente. Ahora sé caminar, no podré aprender nunca más.
El reciente terremoto de 2010 trajo a mi memoria el recuerdo del terremoto de 1985, aquellos días donde solo era un niño de nueve años inocente y travieso. Este terremoto no fue exactamente igual al de hace unas décadas, pero produjo en mi nostalgia, volver a aquellos años, a ver a Claudia, a recordar cómo nos conocimos y como todo acabó. A mi memoria llega ese recuerdo del día en que me perdí por las avenidas, de la discusión posterior que tuvieron mis padres. “tu papá tiene razón, ahora sabemos que no te perderás. Que sabes andar solo por las calles”, fue todo lo que me dijo mi mamá luego, existía en mi una mayor independencia, que debía adquirir por el tiempo en que estábamos pasando, debía ser menos ingenuo, menos pavo. Lo curioso no me lo quitaba nadie, este lado de mi personalidad me ayudó a conocer a Claudia, a formas algo así como una amistad, que se basada en conversar cada jueves sobre nosotros, pero principalmente sobre el encargo que depositaba en mi, que básicamente era vigilar a Raúl, mi vecino, observar cada movimiento y con las personas que interactuaba, aún así, Claudia era mi amiga. Los años pasan, las personas van y vienen, los amigos crecen, yo crecí. Llegó el momento de irme de mi casa, que mis padres concluyeron que no fue malo.
Debo mencionar a Eme, una ex pareja, que gran importancia tuvo en mi vida, con la que viví muchas experiencias nuevas y que de seguro me guarda cariño, ya que de vez en cuando me visita. Aunque el recuerdo de nuestra separación siempre será nostálgico…
Y cómo no hablar de mi reencuentro con Claudia, con la que recuerdo haber perdido contacto después que se cambió de villa, fue algo sorprenderme enterarme de que Raúl no era su tío, y yo espiaba a un hombre sin saber su verdadera identidad. En realidad era el padre de Claudia y su verdadero nombre era Roberto. Todo era difícil entre Claudia y su padre, ya que Roberto era un militante comunista y al nacer Claudia esto afectó y perjudicó a su familia. He ahí tanto misterio, al menos en mi infancia, investigar a Roberto, estimuló mi curiosidad de la vida, y amplió mis sentidos, algo que era destacable en esta época, el reencuentro afloró sentimientos hacia Claudia, la que quiso conocer a mis padres y retomar esa confianza y cercanía de nuestra juventud.
The Clinic |
Luego del reciente terremoto, en el que me lleva a rememorar tantos recuerdos, me doy cuenta que me siento como Roberto Solo. Independiente. Ahora sé caminar, no podré aprender nunca más.
Aún recuerdo esa noche cuando éramos pequeños y querías dormir en nuestra carpa de solo chicas para saber las cosas que conversábamos y reírte junto a nosotras, eras un pequeño inocente jajaja y cuándo dijiste “prometo no violarlas, ni si quiera sé que es un violador” que ganas de volver a esos tiempos, ¡un abrazo a lo lejos amigo!
ResponderEliminarPronto iré a verte de nuevo querido, sabes que todo fue para mejor. Ambos sabemos también que fueron tiempo difíciles, es un orgullo que escribas con tanta valentía y humildad. Espero que tu familia esté bien. Solo piensa en que estos cambios serán para mejor…
ResponderEliminar@Claudia: Cómo recuerdas esas cosas jajaja un abrazo de vuelta, espero que las cosas estén mejor con Roberto. @Eme: querida, lo sé, espero que tu vida vaya mucho mejor ahora. Las vueltas que da la vida… ¡estamos en contacto !
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